El término municipal es totalmente montañoso. Una cadena de montes, en el límite con los términos de Aín y Algimia de Almonacid, agrupa las mayores alturas entre las que sobresalen el Alto de la Pastora y el Pico Espadán (1041 m) que da nombre a la sierra.
Con la depresión del collado de la Nevera como nexo, la filada y esbelta alineación sigue hasta La Rápita (1106 m), cumbre señera de la sierra, en la divisoria con el término de Algimia de Almonacid. Este angosto relieve tiene una clara influencia en el paisaje que se puede observar en la localidad, en la cual se puede disfrutar de importantes extensiones de bosques de pinos y alcornoques. También encontramos una especie exótica en estas tierras, como es el castaño. Del mismo existe un pequeño bosque reliquia cercano al caserío abandonado de Jinquer.
En Benitandús encontramos un pequeño embalse que retiene las aguas del Río Veo, a la vez que un impresionante paraje geológico, los Órganos de Benitandús de 724 m sobre el nivel del mar creado por la erosión de las aguas.
También el término de Alcudia de Veo es rico en fuentes entre las que destacamos la fuente de San Pedro situada en el paraje de chopos con área recreativa, la fuente de Jinquer, Canaleta, Zurrón, Ullastre, Rodenal, etc.
En cuanto a cuevas, podemos destacar la cueva de la Chelva, la cual tiene una abertura vertical en la roca de la montaña por donde mana gran caudal de agua, que al despeñarse por otras rocas al lecho del barranco forma unas atractivas pozas de agua. En su interior se forma una gruta natural donde el adentramiento es sumamente dificultoso. Otras cuevas que poseen fenómenos kársticos son: Sima de l’Alt, d’Eulogio, del Toro, de la Hoya Vieja, de la Lloma y del Molinet.
